viernes, 27 de marzo de 2009

LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS


Suelo recomendar a los alumnos de segundo de Bachillerato que al leer un texto en inglés de los que tienen que destripar en sus exámenes para saber si las cuestiones que se les plantean son verdaderas o falsas, presten poca atención al título del mismo, no sea que vaya a llevarlos a confusión. Muchas veces, el encabezamiento no es sino un resumen (más o menos acertado) de lo que quien se esconde entre esas líneas ha querido decir. Pero hoy va a ser al revés. Comenzaré dando razón de lo que son los signos de los tiempos, lejos del tono apocalíptico que esta expresión pueda tener.
Resulta que el grupo municipal popular propone que se elabore un catálogo de plantas silvestres de parques y jardines de la ciudad de Teruel. Buena idea. Ya se publicó algo en 2001, titulado Nuestros amigos los árboles y arbustos: Descúbrelos en los parques y otros lugares de Teruel, en tiempos (pretéritos, de esto se podría hablar) en los que Ana Ubé era concejala de parques y Jardines. Pecaré tal vez de ignorante, no creas que de malvado, te lo aseguro, si apunto que tal vez a Ana se le deba, todo hay que decirlo, alguna explicación sobre el nonato parque de las Arquetas, que duerme el sueño de los olvidados y que tanta ilusión (también mediática) había generado. Cosas pasan.
Sin duda, es buena idea recuperar proyectos que merecieron la pena. También por la intención didáctica que se sugiere, a la que se podría añadir una guía sanitaria. Como las alergias causadas por el polen de árboles y plantas son los signos de estos tiempos que vivimos, tras un invierno húmedo, y que cada vez afectan a más personas, los responsables de ajardinar, diseñar parques y de paso ganarse las simpatías de quienes aprecian los espacios verdes en el entorno urbano, deberían tener en cuenta las necesidades de tanta gente que anda estos días pañuelo en mano, entre lloros y agobios que, amén de los peligros que entrañan, salen carísimos al erario público por la carestía de los medicamentos y las bajas médicas consiguientes.Los alérgicos al polen tenemos el enemigo en casa, así que a ver si las zonas ajardinadas contribuyen de alguna manera al bienestar de todos. Política para el ciudadano: verlas venir, saber trigonometría e interpretar los signos de los tiempos.

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