viernes, 30 de agosto de 2013

Día tras día






Conté un día, hay momentos en los que uno se cree que tiene derecho a contar cosas, como si el derecho de injerencia realmente existiera, por qué me aficioné a escribir en abierto, este ejercicio exhibicionista que algunos llaman vicio, también narcisismo, por aquello de que se trata de un hábito operativo perjudicial vete a saber por qué. 

Me dijo entonces una voz conocida, también la llamamos memoria, siempre anda contándonos nuestra vida, que escribir era pasión ociosa, cosa del verano largo de los docentes, y voy a confirmar sus sospechas. Se acaba el verano (el escolar, el auténtico espero que dure lo que haga falta), y El Alcabor estará inactivo unos días, un par de semanas como poco. Podría dejar preparadas un par de entradas enlatadas, que salieran automáticamente, pero aquí estamos por el producto fresco – me acuerdo de Ordenalfabétix, el pescatero de Astérix y Obélix, y sus discusiones porque los aldeanos se quejaban del hedor de sus mercancías. Aunque no te recomiendo que te fíes del personaje: en la traducción al inglés de estas historietas de romanos y galos, el pescatero se llama Unhygienix, para que veas. 



Vienen días de ajetreo, y nos dedicaremos a otra cosa, tal vez te cuente a la vuelta. Regresaremos. De momento, voy a despedirme del verano con unas palabras robadas, otra pasión que pienso seguir cultivando. 

El verano se aleja
con ademanes de animal cansado,
igual que un gran caballo jadeante y muy viejo.
Hizo duras labores día tras día
por los campos de Dios
y se marcha despacio hacia su muerte,
renqueando indeciso en la luz del crepúsculo.

Eloy Sánchez Rosillo, Antes del nombre



1 comentario:

  1. Feliz regreso a la rutina, Rafa. Sabes que por lo menos las dos primeras semanas te daré algo de envidia. Que todo salga bien y mucho ánimo !!!!

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