sábado, 18 de julio de 2009

Armageddon



Siempre he sido muy malo al ajedrez. Creo que algo tiene que ver con la falsa sensación que tenemos las personas aparentemente tranquilas que no sabemos parar, y nos parece que hacer es equivalente a moverse, y no soportamos sostener la mirada pensando cómo vamos a reaccionar.
Afortunadamente, el azar de las lecturas me llevó hace nada a leer Querido Caín, una novela de Ignacio García-Valiño, que entre otros descubrimientos, me ha proporcionado la oportunidad de regresar al mundo de los escaques, toda una manera de ver la vida.
La lectura de las andanzas de este perverso multiforme que relata el autor de la novela, un estudio psicológico tan desconcertante como desconcertado que me atrevo a recomendar, coincidió con las partidas simultáneas de ajedrez que tuvieron lugar durante las Ferias de Teruel previas a la Vaquilla, la fiesta ahora ensombrecida por el debate que se ha abierto en la ciudad de Teruel a propósito de las celebraciones del sábado, la puesta del pañuelico, el alud de gente que desconoce la fiesta, la locura de las barras, la suciedad y demás.
Esta mañana traía de nuevo el Diario de Teruel cartas de ciudadanos, algunos con opiniones ciertamente cualificadas. Desconozco si se puede cuantificar cuántas personas respaldan una carta aparecida en un periódico (hace años decían que cada carta correspondía estadísticamente con la opinión de mil personas, pero todo ha cambiado mucho en el mundo de la comunicación, así que seré prudente), pero pienso que se debería abrir algún foro ciudadano donde se pudiera aportar ideas, realizar críticas, y, en definitiva, cambiar esta situación.
Vuelvo a las partidas simultáneas. El Alcalde de Teruel se ha mojado y se comprometió a solucionar el problema que se le ha planteado, aunque éste no es nuevo, ni tenga que ser la autoridad municipal exclusivamente quien lo resuelva. Como don Miguel Ferrer es aficionado al ajedrez, le toca jugar Armageddon – copio de por ahí: una partida en la que el Blanco tiene que ganar la partida, pero en la que el Negro sólo necesita tablas para ganar. El Blanco tiene más tiempo que el Negro: existen discrepancias sobre los tiempos, pero en los Campeonatos del mundo de la FIDE, las Blancas tienen seis minutos y las Negras cinco.
Ah, y si no, siempre nos quedará Armageddon, la película de Bruce Willis, no sé, no sé.

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