jueves, 13 de octubre de 2011

Nos vemos en la Cabalgata



Cuentan en Teruel, ciudad más segura de España, referente del hombre del tiempo durante años, recuerdo de las heladas de la generación que vivió una guerra allá arriba en la Muela, que aquí, las pocas cosas que hay, coinciden siempre el mismo día. No voy a poner ejemplos, seguro que alguna vez te ha tocado decidir por qué concierto, presentación de libro, procesión o similar te ibas a decantar.

El caso es que ya ha pasado todo lo que tenía que sacarnos de casa (otro de los tópicos de esta ciudad: dónde se mete la gente en invierno, qué pasa después del Jamón), y no nos hemos de ver hasta el día de la Cabalgata de Reyes. Pues no queda poco.

Preocupan los números: hay que traer gente. Estas calles no pueden quedarse vacías, por mucho que el Barrio de San Julián se anime ahora a subir al centro tras años de aislamiento, y en el próximo San Antón ya no tengamos excusa para subir y bajar a las hogueras cuantas veces queramos, que el ascensor tiene buenas tragaderas (diez mil visitantes en los primeros días, ahí es nada).

Números. Cuanta más gente venga, mejor. Ciudad de congresos, excelencia turística, parque temático incluido, motos, ruido y humo, Semana Santa de interés turístico, Vaquilla en continuo proceso de redefinición. Hasta el tiempo parece que ayuda desde hace poco: las terrazas no tienen más remedio que echar humo, también en invierno. Números, que venga gente.

Un parche, otro parche, una idea genial, otra actividad, lo que sea, hay que dinamizar, mover, mantener la inercia, esta es la industria local y hay que aprovechar.

Y echamos de menos los proyectos de los que se habló en tiempos, cuando doblar la población, la de verdad, la que se queda a vivir aquí, era un reto, y se hablaba, y se prometía. Malos tiempos vienen, en ellos hemos vivido siempre, también cuando nos protegía una burbuja que nadie estaba dispuesto a admitir que un día podía reventar, así que nos vamos a creer poco de lo que se promete.

Grandes números, turismo, tenderetes, inversiones (g)astronómicas que se quedan en proyectos difíciles de digerir. Números.

Nos vemos la noche de la Cabalgata.

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