martes, 14 de julio de 2009

Paréntesis


Es martes.
Habrá a quien (si es que hay alguien que) lea estas líneas, si no vive en Teruel, el sur de Aragón, tal vez le parezca un aviso extraño. He salido a las once de la mañana con el coche, y me ha dado la impresión otra vez de que el servicio de limpieza ha funcionado mejor (mejor es un comparativo, el término de comparación es el funcionamiento de este servicio en años anteriores). La Ronda, intransitable: suciedad, se estaban desmontando peñas que ocupan un carril de la calzada (una de las vías fundamentales de acceso al centro histórico, estoy hablando de las doce de la mañana), y que colapsan la vida ciudadana desde mediados de la semana pasada.
Y estos días de fiesta han pasado cosas en el mundo. El G-8, unos tristes sanfermines, con cuyas imágenes se cebó la televisión (de este morbo hablamos en alguna de las comidas de El Puchero), la muerte de un bebé por un error en un hospital de Madrid, la aprobación de los presupuestos de las comunidades autónomas, se ha hablado de la autovía que unirá Monreal del Campo con Alcolea del Pinar, no queremos que se olvide la A40 hasta Cuenca…
Aquí, la realidad estaba entre paréntesis, un año más. Y a ella regresamos, por eso aviso, es martes.
Se volverá a discutir un año más sobre los ajustes que necesita la Vaquilla… barras, música, horarios, limpieza, ordenanzas ciudadanas. Nos contó el Alcalde en una terraza (se nos agregó mientras esperaba a que lo entrevistara la televisión autonómica y se acercó donde vio gente conocida para matar el rato y no morir achicharrado), que del año próximo no pasa, que se cumplirá la legislación vigente, y que todos saldremos ganando. De acuerdo, alcalde: no te olvides, lo que se promete en fiestas, a la sombra de una terraza que te cobija, es palabra de honor.
Es martes. Tus músculos seguramente te lo estarán recordando. Nos volveremos a ver el año que viene, y a lo mejor no nos tenemos que hablar a gritos.

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