lunes, 20 de julio de 2009
TEDETÉ
Cómo te explico yo ahora que esto de la tedeté no es cosa de comprar un mando a distancia más que seguramente no sabrás dónde meter y que no encontrarás cuando lo necesites, hasta tal punto que me digas lo bien que estabas tú en los tiempos de los discos dedicados y del UHF, que por enésima vez me recordarás que así era como llamabais en la mili, ese servicio militar obligatorio que os sacaba de vuestra vida, a los calzoncillos que os dieron en aquel CIR desolado a los reclutas recién llegados y bien pelados cuando el temor a la primera noche lejos de casa de los vuestros se os echó encima repentinamente entre los vapores de aquella borrachera que no hubieseis deseado agarrar.
Y las sesiones de cómo-funciona-esto (y qué pequeños tiene los botones y las letras escritas en inglés, siempre en inglés) te han llevado de un lugar de tu memoria a otro. Nos reíamos cuando recordabas a la abuela, que se sentaba frente a la lavadora automática recién estrenada y veía pacientemente sus programas enteros, siempre el mismo capítulo repetido, desde el prelavado hasta el mareo centrífugo del último aclarado, un día tras otro, maravillada ante el advenimiento ansiado de la comodidad que por fin llegaba a su casa, ella que recordaba una y otra vez los fríos que había pasado arrodillada fregando en el río junto al Puente de Hierro, unas veces para su casa, otras veces para otras casas, por unos céntimos, vaya miseria.
Muchos canales nuevos. Dices que algunos no sirven para nada, insistes que se parecen mucho unos a otros, y me confirmas que tú no necesitas tanto, que mucho adelanto no será, si por ver el fútbol vas a tener que pagar, y vuelves a recrearte en aquellos plantones vespertinos en las Cuatro Esquinas, frente a los escaparates de Televox, cuando la euforia de los éxitos deportivos aportaba a vuestra existencia el calor que a todos negaban aquellos inviernos tan fríos dentro y fuera de casa.
Que sí, que se ve mejor, que se oye mejor, que tú no necesitas ver las series o las películas en inglés, que ya tienes radio, que te da lo mismo que se escuchen por la tele emisoras nuevas de las que no habías oído hablar siquiera. Que sí, que lo que quieras, pero ya tenemos encima de la mesa otro mando a distancia que no creo que vaya estar a mano cuando lo necesite.
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