miércoles, 9 de junio de 2010

MANÓNIMOS (II)


Servidor, por circunstancias de la vida y mayormente por su trabajo, ha tenido que enseñar la ciudad a personas cuya lengua materna era otra que el español. Hasta aquí no ha llegado ningún comisario de corrección política y no me veo obligado a escribir lengua paterna, ni castellano, aunque mejor no voy a dar ideas, que lo políticamente correcto y la complejidad del lenguaje se llevan bastante mal.
Decía lo de esta gente que aprende nuestra lengua o tiene un conocimiento más superficial de ella a propósito de un rincón de la ciudad de Teruel que me gusta enseñar. No este muro, sino el de la Fonda del Tozal, lugar bello donde los haya, junto al lienzo de la vieja muralla. Desde allí resulta inevitable que la vista se pierda en este punto que lleva camino de perpetuarse, y que una mano anónima decoró con una sorna, coña, humor, escepticismo y vete a saber si buen talante que supera la pobreza de cualquier ordenanza municipal.
Y cuando visitas el lugar con un guiri, explícale tú lo de la merienda. Y no precisamente porque estos no merienden (cenan a las siete de la tarde los pobres).

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